Justicia

Condenaron a 7 años al instructor canino que adulteró pruebas en el caso de muerte y desaparición de Facundo Astudillo

El adiestrador, clave en los rastrillajes de la investigación por la muerte del joven bonaerense, fue hallado culpable de "falso testimonio reiterado agravado". La pena se unificó con una condena anterior por encubrimiento

Marcos Herrero, el instructor canino que participó en el marco de los rastrillajes durante la investigación por la muerte y desaparición de Facundo Astudillo Castro en 2020, fue condenado a la pena de siete años de prisión acusado de adulterar pruebas en la causa.

La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral Criminal Federal de Bahía Blanca, integrado en forma unipersonal por el juez Ernesto Sebastián, tras un juicio oral que se llevó a cabo a través de videoconferencia. El magistrado condenó al instructor canino de 49 años, oriundo de Viedma, Río Negro, a la pena de 7 años de prisión por el delito de "falso testimonio reiterado agravado" por un total de siete hechos, como así también la inhabilitación absoluta por el doble de tiempo de la condena.

En la parte dispositiva del fallo, el juez Sebastián ordenó que se unifique la presente condena con otra que había sido impuesta el 21 de marzo del 2023 por un Tribunal Penal N°2 del Poder Judicial de Mendoza por el delito de "encubrimiento simple". Voceros judiciales indicaron a Noticias Argentinas que tras la unificación, se aplicó una pena única de 7 años y 8 meses de prisión al perito canino.

Herrero, según se señaló, "continuará con dicho beneficio hasta que el fallo quede firme" y en la actualidad cumple arresto domiciliario en Viedma. Deberá cumplir con ciertas reglas de conducta como fijar y mantener domicilio, tiene "prohibición de salida del país" y se le ordenó que "en un plazo de cinco días entregue su respectivo pasaporte en caso que lo posea".

Antes de conocerse la sentencia, el propio Herrero señaló ante el juez y las partes que "he sido una persona profesional, porque me he capacitado". También detalló su trabajo con la policía de la provincia de Río Negro y otras instituciones, reafirmando que "trato de ser profesional, con errores y aciertos".

Según la causa investigada por el fiscal Santiago Ulpiano Martínez, el adiestrador "procuró incorporar a la causa conclusiones mendaces y pruebas plantadas, con el claro objeto de incriminar a los miembros de las fuerzas policiales en la desaparición de Astudillo". El fiscal había señalado en la elevación a juicio que el perito "inducía a sus perros a que adoptaran determinados comportamientos para luego impartirle una interpretación incriminante, manifestando que habían hallado olores de Astudillo". En ese sentido se había indicado que, entre otras acciones, Herrero había colocado elementos de prueba en escenas rastrilladas como "un amuleto en forma de sandía y dos piedras turmalinas".

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