Ley Ómnibus

Reuniones en espacios públicos: Mas de tres, habrá que pedir permiso con antelación

El Ministerio de Seguridad podrá rechazar el pedido, o también podrá modificar la hora, lugar o recorrido.

Joaquin Saldaña

En el marco de la Ley Ómnibus propuesta para debate en el Congreso durante las sesiones extraordinarias, se destaca un requisito inusual para las reuniones en espacios públicos: la necesidad de obtener permiso del Ministerio de Seguridad si participan tres o más personas, con 48 horas de antelación.

Este proyecto, impulsado por el presidente Javier Milei, abarca diversas reformas, desde la privatización de empresas públicas hasta el cierre del INADI.

En el ámbito de la Seguridad Interior, se plantea una sección dedicada a regular la organización de manifestaciones, imponiendo sanciones severas para organizadores y quienes obstaculicen el transporte público.

De ser aprobada, la ley requeriría notificar al Ministerio de Seguridad con 48 horas de anticipación los detalles de la reunión, incluyendo datos personales de los convocantes, la finalidad, recorrido, duración y estimación de participantes.

La cartera dirigida por Patricia Bullrich emitiría un comprobante para los organizadores, quienes deberán portarlo durante la movilización, siempre y cuando no afecte el tránsito. El Ministerio puede oponerse fundamentando en la seguridad de las personas o nacional, proponiendo modificaciones en horario, ubicación o fecha.

 Para manifestaciones espontáneas, se solicita notificación con la mayor antelación posible. En caso de incumplimiento durante una movilización autorizada, se podrían implementar acciones correspondientes.

El proyecto también introduce penas de prisión de dos a cinco años para quienes organicen reuniones que obstaculicen el transporte o causen daños, considerando organizadores a quienes convoquen, coordinen, provean medios o registren presencias.

Además, los organizadores serían solidariamente responsables por los daños ocasionados durante la movilización. Este cambio surge tras días de tensiones en el microcentro porteño y la aplicación del protocolo antipiquetes.

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