Piñera cede y abre el proceso de modificación de la constitución

Después de violentas jornadas de protesta marcadas por la represión de carabineros, el gobierno de Piñera da el brazo a torcer y accede a convocar a los actores necesarios para redactar una nueva constitución.

Después de tres semanas de iniciado el conflicto en Chile, el gobierno parece reconocer que no puede con el descontento de una sociedad que se volcó a las calles. Después de haber reprimido las manifestaciones con una fuerza excesiva (según califica, incluso, la ONU), el gobierno de Piñera deja un saldo de casi 2.000 heridos, casi 2.300 denuncias por vulneraciones de DDHH y más de 50 querellas por abuso sexual por parte de las fuerzas del orden, según un informe de del Instituto Nacional de Derechos Humanos. Además, hay que sumarle las 23 muertes que acarrean las fuerzas de represión, según la fiscalía chilena.

Ahora, en un marco latinoamericano de contienda social creciente, el presidente chileno parece conceder una de las peticiones más resonantes entre los manifestantes. Es que la actual constitución chilena es un marco legal que favorece el veto a legislación de corte progresista, como quedó demostrado en varias de las derogaciones que se realizaron en los últimos tiempos.

Es por eso que Piñera anunció este domingo por la noche que convocará a una asamblea constituyente que tenga una “amplia participación”, como lo declaró el Ministro del Interior de ese país, Gonzalo Blumer. Además, lo que se vea reflejado en la nueva constitución, deberá ser refrendado por la población mediante un plebiscito.

Además, después de una reunión con Piñera, el funcionario declaró que “entendemos que este es un trabajo que tenemos que hacer pensando siempre en el país”. Ahora resta saber cómo reaccionarán los manifestantes ante este anuncio, si permanecerán en las calles o esperarán en sus casas hasta ver de qué se trata esta medida. 

 

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