Investigación

El Cometa 3I/ATLAS aceleró de forma misteriosa e inexplicable al pasar cerca del Sol: las anomalías

El tercer visitante cósmico confirmado de otra estrella exhibió un impulso "no gravitacional" y una inusual coloración azul durante su paso por el perihelio, reavivando el debate sobre la naturaleza de estos objetos

El cometa interestelar 3I/ATLAS ha desconcertado a la comunidad científica al mostrar un comportamiento atípico al pasar por su perihelio (el punto más cercano al Sol). Durante esta aproximación, el objeto experimentó una "aceleración no gravitacional" y un cambio en su trayectoria que no se puede explicar únicamente por la fuerza de la gravedad.

El astrofísico de Harvard, Avi Loeb, analizó los datos e indicó que esta fuerza adicional impulsó al cometa más allá de lo que dictan las leyes físicas convencionales. Lo notable del fenómeno es que la aceleración no fue solo radial (alejándose del Sol), sino también transversal, sugiriendo que "algo estaba desviándolo lateralmente".

Desintegración, pérdida de masa e hipótesis

Aunque la explicación más convencional apunta a la intensa expulsión de gases por la sublimación de hielo, un proceso habitual en cometas, Loeb advierte que la magnitud del empuje "supera lo que se esperaría para un objeto natural". Se estima que el cometa perdió hasta "una décima parte de su masa" durante el cruce al perihelio solo por este proceso. A diferencia del segundo visitante interestelar, Borisov, el 3I/ATLAS no ha sido "tranquilo", ya que "parece estar desintegrándose más rápido de lo esperado, expulsando material a gran escala y modificando su curso".

Otro aspecto que complica la comprensión es que el cometa mostró un "cambio de color hacia el azul", inusual para un cuerpo que se calienta al acercarse al Sol, lo que sugiere una composición distinta a la de los cometas típicos de nuestro sistema solar.

¿Tecnología interstelar o fenómeno natural extremo?

El 3I/ATLAS se suma a otros objetos interestelares, como ‘Oumuamua (2017), que también mostraron irregularidades. La naturaleza inusual del objeto ha llevado a que algunos científicos se pregunten si es realmente un cometa o "algo más".

Avi Loeb, quien ya había planteado la idea en relación con ‘Oumuamua, insiste en que, si bien la hipótesis más razonable sigue siendo la natural, se debe "mantener la mente abierta" ante la posibilidad de que sea tecnología interestelar. La mayoría de los astrónomos rechazan esta última idea.

El perihelio ocurrió el 29 de octubre, y dado que el cometa estuvo "oculto tras el brillo solar durante el momento clave" y que "la ventana para obtener datos se achica" antes de fin de año, cuando estará demasiado lejos para ser estudiado con detalle, la información disponible es limitada. El cometa, que no representa "ningún riesgo para la Tierra" (con una distancia mínima de 270 millones de kilómetros), deja un gran interrogante: "¿por qué los tres objetos interestelares detectados hasta ahora se comportan de manera tan distinta a lo previsto?".

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