Prisión preventiva para un hombre que quemó viva a su ex mujer

Gabriela Vanesa Arancibia tenía 49 años. La rociaron con alcohol y murió quemada, después de ir a una charla sobre violencia de género

Este miércoles decretaron la prisión preventiva para el ex esposo de Gabriela Vanesa Arancibia, de 49 años. Su ex marido está acusado del femicidio de la mujer. La víctima fue asesinada un día después de haber concurrido a un curso sobre violencia de género y murió tras ser rociada con alcohol y quemada en el 50 por ciento de su cuerpo, en una casa del barrio porteño de Villa Soldati, informaron hoy fuentes judiciales.

A través de una videoconferencia, la medida la tomó el juez Carlos Aostri sobre Hernán Lescano de 44 años, a quien acusó del delito de “homicidio cuadruplemente agravado por ser haber sido perpetrado por un hombre, contra una mujer, mediando violencia de género, por haber ocurrido en una relación de pareja; por haber mediado alevosía; y por haber tenido como propósito causar sufrimiento a la persona con la que mantuvo una relación de pareja”.

Fuentes judiciales informaron a Télam que el magistrado hizo lugar al pedido de la fiscal Marcela Solano, que había solicitado la prisión preventiva del sospechoso.

El ataque contra Gabriela Arancibia ocurrió cerca de la medianoche del 1 de junio pasado. La policía y Gendarmería acudieron a la casa de la mujer a raíz de un llamado de emergencia por un presunto intento de suicidio. La víctima fue trasladada al hospital Piñero, donde estuvo internada cuatro días hasta que falleció el viernes 5 de junio por las quemaduras de primer y segundo grado que sufrió en el rostro, los brazos y el pecho.

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Prisión preventiva para un hombre que quemó viva a su ex mujer

Gabriela Vanesa Arancibia murió por quemaduras supuestamente provocadas por su ex esposo

Inicialmente, y según la misma Arancibia, ella se había prendido fuego sola en el baño, estando sentada. Sin embargo, la jefa de terapia intensiva del Piñero aseguró que a la mujer “la rociaron cuando estaba sentada”, dado que los muslos también los tenía quemados y si hubiese estado parada se habría prendido fuego las zapatillas y todo el pantalón, añadieron las fuentes.

La fiscal, entonces, ordenó un nuevo allanamiento, en el que se encontró un envase con la mitad del contenido de alcohol, y un encendedor que no habían sido detectados antes. Por otra parte, el abogado de Arancibia decía que el acusado tenía el brazo “muy quemado”, y aseguró que fueron lesiones “propias de una defensa de víctima porque cuando se quema toma el brazo del agresor”.

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